Taller de escritura creativa: a partir del guión inicial, que se crea a partir de la distribución de personajes y situaciones predefinidos por los asistentes, relata a tu manera, sin exceder de dos folios:

En plena crisis del siglo XXI, en las profundidades de España, vive María, una mujer de 35 años que, por circunstancias de la vida, se separó de su marido. De esa relación nacieron Elisa, de 18 años de edad y Juan, de 8 años.María trabaja en una pequeña oficina 8 horas al día, pero, el día que tiene más trabajo, esas horas parecen pocas, y le toca quedarse un poco más. Cuando sale del trabajo aún tiene que atender las tareas del hogar, aunque le ayuda Elisa, tiene poco tiempo para ella, que dedica a leer un buen libro con un buen café, viviendo en ellos miles de aventuras diarias que le hacen escapar un poco de su rutina y monotonía. Además, su exmarido apenas visita a sus hijos desde que ha rehecho su vida con otra persona, ya ni hablamos de las pensiones. Así que tan sólo cuentan con un sueldo mileurista en casa, lo que ha dificultado mucho sus vidas económicamente.

Como cada semana, María acude a la Fnac en busca de un buen libro, mientras piensa para si el género que va a elegir se acerca a la estantería de libros victorianos. Si, sin duda será un libro victoriano el que leeré hoy.

Justo cuando iba a doblar la esquina, tiene un encontronazo con Andrés y Scrooge, cayendo los libros de la estantería.

Andrés es un joven de 25 años alto, rubio y muy hermoso. Trabajaba en la construcción, pero con la crisis es uno de tantos números en la cola del INEM. Parado de larga duración, ya no cobra ninguna ayuda, lo que le ha llevado a hacer alguna chapucilla en negro para poder comer, vivir, y de vez en cuando poder ir a la librería a comprarse un libro.

Scrooge, un señor de 45 años, resulta desagradable a la vista, es feo, bajo y antipático. La misma encarnación de todas las cosas en las que tememos convertirnos.

Los tres se agachan a recoger los libros.

Mientras los recogen, María y Andrés comienzan a hablar de lo mucho que les cuesta llegar a final de mes, de lo tristes que se sienten, de cómo se han evaporado las esperanzas de remontar la situación.

Scrooge tampoco llega a final de mes, lo que le ha llevado a ejercer de carterista, y no pierde la oportunidad para sustraerles sus carteras, aprovechando que están entretenidos con la conversación.

De entre los libros que se han caído, hay uno abierto que les llama la atención, y cuando van a cogerlo, son teletransportados a la época de la Reina Victoria. Asombrados del hallazgo del libro mágico, se encuentran con un escenario repleto de nobles, que les están entregando sus correspondientes títulos de nobleza por sus hazañas más heroicas.

Andrés y María continúan sus conversaciones, y empiezan a sentir algo el uno por el otro, viviendo una auténtica aventura romántica de la época.

Mientras, Elisa, continúa en la Fnac y ha dado con el libro mágico, comprendiendo lo que pasaba al ir leyendo la historia, llega a la parte donde dice que, para que los protagonistas vuelvan a su vida real, tiene que lanzar un hechizo con romero y malvarisco, y pronunciar en voz alta: “viajeros del tiempo, en los libros atrapados, volved al presente con tiento, no os quedéis allí amarrados. Dentro del libro, y con el libro en mano, corre a buscar a María para poder hacer el hechizo y ser libres de la historia.

Cuando ya estaban todos juntos, un carruaje la atropella, rompiéndose la pierna. Scrooge, que se encontraba a gusto en la historia y no quería volver, la ha empujado contra el carruaje. Es un gran disgusto para María y Elisa, porque, además, estaba a punto de empezar a trabajar para ayudar a su madre y ya no va a poder en una larga temporada.

Al volver, revisan que todo esté en su sitio, notando que faltan las carteras. Rápidamente llaman al guardia de seguridad de la librería, recuperando sus carteras en el momento y poniendo a Scrooge una denuncia en comisaría. Allí queda custodiado el malhechor, mientras María y Andrés se dan un suave abrazo y se dirigen a la casa de María.

En la cartera de Andrés, un pequeño décimo de la lotería espera impaciente el momento de ser revisado. Al llegar a casa de María, ponen el teletexto y miran los números premiados. No se lo puede creer, le ha tocado la lotería.

María, Juan, Elisa y Andrés celebran su buena fortuna y acuden raudos a recoger el premio, con las esperanzas renovadas en un futuro mejor, después de tantos cambios asombrosos en un día que parece que fuera un año.

Juan y Elisa por fin tuvieron el padre que se merecían, pues Andrés es muy cariñoso y comprensivo.

María por fin ha podido cumplir su sueño de montar una librería, en la que actualmente trabaja con su socio y pareja Andrés.

Elisa se recuperó de la fractura en la pierna y empezó a estudiar quiromasajista para ayudar en la rehabilitación de personas con dolencias físicas.

Aún hoy recuerdan este día como un hermoso sueño que les sacó de un devastador y amargo presente. Desde entonces viven el día a día como si fuese el último.


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